Nuestra Historia
Así empezamos:
En 1992 Ignacio Colín compró estos terrenos deforestados. Sólo había zacatones, escobas y viento helado. Ese mismo año, Ignacio, su esposa Sara Castelán y sus hijas pequeñas Iliana y Dannia empezamos a sembrar árboles en el terreno con ayuda de familia y amigos.
Cada año sin falta volvíamos en época de lluvias a sembrar más árboles hasta que llegamos a 100,000 aproximadamente. Sin embargo, en más de una ocasión sufrimos daños graves como consecuencia de incendios forestales.
Finca la Venturosa circa 1994
Pasaron algunos años y decidimos empezar a cultivar hongos, setas en específico. Así que al rededor de 1994 empezó la construcción de lo que se convertiría en la primera nave de cultivo de setas.
La setas que producíamos aquí se vendían y distribuían en los restaurantes más exclusivos de la Ciudad de México
Al rededor de 1996 construimos la segunda nave para aumentar nuestra capacidad de producción de hongos.
Nótese que a pesar de que ya habíamos sembrado decenas de miles de árboles, no se alcanzaban a distinguir aún en la montaña que aparenta estar desierta.
Finca la Venturosa circa 1996
Vista desde la punta del cerro.
Con el paso de los años y cuidados constantes los árboles empezaron a crecer.
Finca la Venturosa circa 1999